El incidente ocurrió a las 11:18 a.m. e involucró a una embarcación de 1,990 toneladas, tripulada por diez marineros indonesios y asistida por un práctico. Cuando el barco debía retroceder hacia la dársena, avanzó de manera imprevista, causando que la proa bulbosa golpeara el rompeolas y quedara atascada en una tubería pluvial.
La llegada de un equipo de rescate permitió liberar la proa y confirmar que no hubo heridos ni derrames contaminantes. Inspecciones posteriores hallaron una grieta de entre 30 y 50 centímetros en el costado izquierdo de la proa y daños significativos en el cemento y refuerzo de la tubería afectada.
El capitán fue sometido a una prueba de alcoholemia, que descartó el consumo de alcohol durante la operación. La tripulación relató que la maniobra fue accidental y las autoridades investigan si el incidente se debió a fallo humano, error mecánico u otra causa.
Los peritos continúan evaluando el alcance total de los daños tanto en la nave como en la infraestructura portuaria.
Fuentes: The Chosun, nauticalnova
