Los países del G7 y la Unión Europea están negociando sustituir el límite de precio al petróleo ruso por una prohibición total de servicios marítimos, con el objetivo de reducir los ingresos que recibe Moscú para financiar la guerra en Ucrania, según fuentes conocedoras del asunto.
Actualmente, más de un tercio del crudo ruso se transporta en barcos occidentales, principalmente hacia India y China, utilizando servicios marítimos europeos. La nueva medida eliminaría esta práctica, afectando sobre todo a las flotas de Grecia, Chipre y Malta.
El resto de las exportaciones de Rusia se realizan mediante una flota no supervisada por Occidente, conocida como “flota oscura”. Para mantener sus ventas, Moscú necesitaría expandir esta flota si la prohibición entra en vigor.
La restricción marítima podría formar parte del próximo paquete de sanciones de la UE, previsto para principios de 2026. Bruselas busca coordinar la medida con el G7 antes de incorporarla oficialmente.
Funcionarios británicos y estadounidenses impulsan la iniciativa en reuniones técnicas con el G7. La postura final de Estados Unidos dependerá de la estrategia de presión elegida por la administración Trump durante los actuales diálogos de paz entre Kiev y Moscú.
Una prohibición completa supondría el mayor avance hasta la fecha para aislar el comercio y transporte de crudo ruso. Desde 2022, Occidente ha restringido casi totalmente las importaciones, pero permitiría cerrar también el acceso a seguros y servicios marítimos.
Tras la imposición del tope de precio en 2022, Rusia reorientó gran parte de sus exportaciones hacia Asia utilizando barcos antiguos y propietarios no transparentes, muchos sin cobertura de seguros occidentales.
En octubre, el 44% del petróleo ruso se trasladó en barcos sancionados de la “flota oscura”, mientras que el 38% fue movido por navíos relacionados con el G7, la UE y Australia, según el Centre for Research on Energy and Clean Air.
El total de barcos vinculados a exportaciones sancionadas de Rusia, Irán y Venezuela asciende a 1.423, de los cuales 921 están bajo sanciones de Estados Unidos, Reino Unido o la UE, según Lloyd’s List Intelligence.
