Ucrania ataca con drones un petrolero vinculado a Rusia en el Mediterráneo
Ucrania ha llevado a cabo su primer ataque contra un petrolero asociado a Rusia fuera del mar Negro, marcando una nueva etapa en el uso de drones navales a larga distancia. El objetivo fue el buque Qendil, con bandera de Omán y conectado a la red logística rusa, que navegaba por aguas del mar Mediterráneo.
Un ataque sin precedentes a más de 2.000 kilómetros
Según fuentes del Servicio de Seguridad Ucraniano (SBU), el Qendil formaba parte de la llamada “flota en la sombra”, utilizada por Rusia para evadir sanciones internacionales. La ofensiva, ejecutada por el Grupo Especial “Alfa” del SBU, tuvo lugar a más de 2.000 kilómetros del territorio ucraniano, lo que representa una ampliación significativa del alcance operativo ucraniano.
Durante la operación, se utilizaron drones aéreos cargados con explosivos que, se sospecha, fueron lanzados desde un barco cercano. Un vídeo difundido muestra una explosión en la cubierta del buque, y aunque Reuters ha confirmado que la nave es el Qendil, no se ha podido verificar ni la fecha ni el lugar exacto de la grabación.
El buque navegaba vacío
El Qendil, construido en 2006 y con capacidad para 115.338 toneladas, no transportaba carga en el momento del ataque, lo que evitó cualquier derrame o daño ambiental. Según datos de rastreo marítimo, el buque se encontraba frente a las costas de Libia hacia las 13:30 GMT y, tras el incidente, realizó un giro brusco y cambió su ruta hacia Port Said (Egipto), aunque se desconocen los motivos exactos de esta maniobra.
Previamente, el petrolero había transportado crudo ruso desde Novorossiysk hasta la India, donde descargó el 1 de diciembre. Posteriormente, se dirigía al puerto ruso de Ust Luga.
Un nuevo frente en la guerra energética
Ucrania justifica el ataque alegando que el Qendil estaba contribuyendo a eludir las sanciones económicas impuestas a Rusia y a financiar la guerra mediante el comercio de hidrocarburos. Tanto la Unión Europea como el Reino Unido tienen sancionado al buque, que pertenece a una flota de unos 1.000 barcos operados por Rusia utilizando banderas de conveniencia y propietarios ficticios.
Expertos británicos consideran que esta acción confirma una expansión en la estrategia de Kiev, que ahora emplea drones navales también contra objetivos en el Mediterráneo, en un intento de obstaculizar las rutas marítimas rusas y debilitar su economía energética.
Fuentes: Reuters, TWZ

