Besiktas Shipping, una de las principales compañías turcas de transporte marítimo, anunció el martes la suspensión de toda actividad relacionada con Rusia tras el ataque sufrido por uno de sus petroleros cerca de la costa de Senegal.
La embarcación Mersin, que se encontraba anclada cerca de Dakar, resultó dañada el 27 de noviembre luego de ser afectada por cuatro explosiones externas, provocando la entrada de agua al cuarto de máquinas. Las causas del incidente no han sido determinadas.
En un comunicado, la empresa señaló que “hemos cumplido estrictamente con todas las sanciones internacionales y restricciones comerciales, incluyendo los mecanismos del G7 y la Unión Europea”. Sin embargo, Besiktas Shipping advirtió que la situación de seguridad en la región se ha deteriorado considerablemente, por lo que han decidido poner fin a sus actividades asociadas a intereses rusos y no aceptarán más viajes relacionados.
“La protección de nuestro personal y nuestros buques es nuestra máxima prioridad, por eso cesamos por completo este tipo de operaciones”, concluyó la naviera.
El incidente con el Mersin precedió a otros ataques a petroleros sancionados en el mar Negro cerca de Turquía, incluyendo el reporte de un ataque con dron a un buque ruso transportando aceite de girasol. Ucrania negó su involucramiento en estos hechos, aunque autoridades turcas confirmaron haber entregado “mensajes necesarios” a todas las partes, incluyendo a representantes ucranianos.
Besiktas Shipping, radicada en Estambul, posee actualmente una flota de 29 petroleros, según información oficial de la empresa.